miércoles

El terror ha regresado. Las calaveras que antes recorrieran silenciosas nuestros sueños, se apoderaban ahora de la plaza central. Horror que se materializaba a la vez que las mismas viejas palabras salían de su escondite y en el contacto con el aire enviaban secretos mensajes de miedo a los peces dorados. Batir sus aletas rápidamente no contribuía a disipar nuestro pavor ante esa imagen: kilómetros de misterio indescriptible y agonizante desplegados sobre los terrenos baldíos de nuestros recuerdos. El peligro del presente en su desarrollo. Las voluntades inmovilizadas a un instante.

1 comentario:

elplacard dijo...

hola amiga... está bueno q estés ahí.