viernes

Inmóvil. Sostenido en el tiempo. Recordando silenciosamente la belleza absorbida. Reteniendo el aroma de la noche. Proyectando la construcción de los segundos que están por llegar. Susurrando lo nuevo en tus oídos...
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jueves

...vamos a quedarnos quietos tan sólo por un momento... te cuento las aletas... tenés tres y una bellísima piel escamosa que reluce a través del vidrio...sé que te quedarás allí mismo... no huyas... las lechuzas lo saben, es el triunfo más grande en tus manos... ¿crees que fueron en vano todas esas mañanas espectantes?...ya verás a dónde todo te lleva, incluso a pesar de la dirección insobornable de las enredaderas...
:)

miércoles

A pesar de que habíamos jurado no regresar, allí estábamos, otra vez, pegados a la vidriera relamiéndonos con la sola idea de saborear los nuevos viejos helados. Vicente estaba al tanto de nuestra adoración por el chocolate y el limón granizado, de modo que preparaba excesivas cantidades de aquellos sabores creyendo que, quizás de esa forma, pódría contagiar nuestro entusiasmo al resto de la cuadra. Los días se sucedían alegres con las lenguas algo entumecidas por el frío, casi no nos anoticiábamos de los fastidiosos mosquitos que se clavaban en nuestras poco bronceadas pantorrilas...