viernes

Si el petirrojo lo anuncia a gritos desesperados ¿Qué vas a hacer con un amor tan del futuro? Esta no es una mala mañana ni tampoco la nota correcta. Correr es más fácil que checar los mensajes ajenos descubriendo la intemperancia de las palabras cuando caen bajo el poder y dominio de los otros. Derroche de materia prima que es sólo tuya. Contame la historia del dinosaurio.

domingo

Deseperaba por demás cuando convergían en esa dirección nuevos cuestionamientos y señales difusas al borde de lo poco imaginable. Comía directo de la lata sus sensaciones más verdaderas, y todo por que alguna vez decidió que sí valía la pena mantenerse oculto más de lo habitual y conocer el desarrollo del juego sin su influencia, tan agotadora por momentos. Lo agobiaba al mismo tiempo que lo hacía creer en las cosas más bellas: sueños cromados, situaciones imaginarias que transcurren en ROMA durante el último festival, una transmisión radial algo descolocada. Agudos ojos pardos que focalizan en escaleras caracol lo acompañan y le dan refugio, todo ello como si nada en realidad sucediera...

miércoles

El terror ha regresado. Las calaveras que antes recorrieran silenciosas nuestros sueños, se apoderaban ahora de la plaza central. Horror que se materializaba a la vez que las mismas viejas palabras salían de su escondite y en el contacto con el aire enviaban secretos mensajes de miedo a los peces dorados. Batir sus aletas rápidamente no contribuía a disipar nuestro pavor ante esa imagen: kilómetros de misterio indescriptible y agonizante desplegados sobre los terrenos baldíos de nuestros recuerdos. El peligro del presente en su desarrollo. Las voluntades inmovilizadas a un instante.

lunes

...todo eso de repente lo hacía sentir pequeño, infinitamente diminuto. Se pregunta, a menudo, cómo se hará para pasar a través de años y años de socialización sin encontrarse deshauciado a mitad de camino. Las cosas que se alejan a su alrededor lo sofocan como el verano encerrado en una lata pequeñísima, como esas en las que se almacena el azafrán. El azafrán que representa miles y miles de hojas pulverizadas al infinitoy aún así cada partícula conserva su color. Se levanta cada mediodía como si el día anterior hubiera sido una semana entera cargada de asuntos. Eso es lo que espera, exactamente veintisiete instantes poderosos que le recorran las venas anoticiándolo de su llegada a un sitio correcto.
Vicente adora las tardes frescas de noviembre.